Los días se alargan, las horas que puedes estar al aire libre son más y cada vez quedan menos días para el final del curso. Por un lado eso está muy bien porque vienen las vacaciones pero por otro lado hay que despedirse de las amiguitas del cole por un par de meses....un auténtico drama para mi hija.
El parque da de si lo que da, que no es poco, pero me apetecía conocer más a los padres de sus amigas y que pudieran pasar un rato largo todas juntas. Ppropuse hacer un picnic con las niñas y tuvo buena acogida, ¡¡bien!!. Cerramos día y hora y para allá que nos fuimos.
De picnic al parque.
El día era caluroso pero los árboles ofrecían una sombra muy apetecible así que buscamos unas mesas
libres y tomamos posesión del lugar. Literalmente.
Tuvimos la suerte, (o la mala suerte, según se mire), de que cerraran parte del parque para rodar unas escenas de una serie y llevaran caballos. Alucinadas las tuvimos a todas un buen rato.
La hora de comer fue....digamos entretenida, (yo quiero eso, eso no, ella tiene más, su plato es más bonito o el mío no tiene flores), tuvimos nuestros más y nuestros menos aunque resulto bien, podríamos considerarla un éxito.
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